Durante la crisis financiera de 2008, la mayoría de entidades bancarias de nuestro país impusieron condiciones muy duras para la concesión de préstamos hipotecarios. Por eso, el número de inmuebles hipotecados descendió muchísimo durante esos años. Ahora, y desde hace un tiempo, el mercado hipotecario ha empezado a remontar. Hoy, la mayoría de las entidades financieras en España ofrecen financiación equivalente al 80 por ciento del valor del inmueble, por lo que los clientes deben disponer de ahorros que equivalgan al menos al 20 por ciento del valor de tasación mismo. Si el prestatario no dispone de esta cantidad de dinero, si no cuenta con un puesto de trabajo indefinido o si tiene deudas, la entidad financiera le pedirá que presente determinadas garantías que demuestren que podrá hacer frente a las cuotas en el plazo acordado. A esta garantía se la denomina ‘aval’. En este artículo de Precio.com te contamos todo lo que necesitas saber sobre ellos y cómo conseguir que te concedan una hipoteca sin aval.
📌 Índice
¿Cuándo pedirá el banco un aval hipotecario?
A la hora de solicitar una hipoteca, una entidad bancaria pedirá al solicitante que presente algún aval cuando:
- No se disponga de un puesto de trabajo estable e indefinido y tampoco tenga nómina ni ingresos seguros ni declarados.
- Cuando se solicite un préstamo superior al ochenta por ciento del valor del inmueble; como una hipoteca al 100% de financiación.
- Cuando la cuota sea superior al 40% de los ingresos del solicitante.
- En caso de ser mayor de 65 años.
- Si no se cuenta con un buen historial crediticio, libre de impagos, retrasos en los mismos.
- Y, por supuesto, si se figura o se ha figurado en alguna lista de morosos como la ASNEF (Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito) o el RAI (Registro de Aceptaciones Impagadas).
¿De qué se encarga un avalista?
Un avalista de una hipoteca se encargará de responder por la deuda de la persona hipotecada en caso de que esta no pueda hacer frente a los pagos mensuales en el plazo acordado en el contrato. Por lo tanto, se pone en riesgo todo el patrimonio del prestatario y también del avalista.
Cómo conseguir una hipoteca sin aval
Para conseguir que una entidad bancaria conceda una hipoteca sin aval se deberán cumplir una serie de requisitos. Algunos de ellos son:
- Disponer de estabilidad laboral. Si se cuenta con cierto grado de antigüedad en el mismo, mejor.
- Que no el solicitante no tenga demasiadas deudas pendientes de pago. Si las tiene, se presupone que será más difícil hacer frente a las cuotas del préstamo hipotecario. Esto hará que aumenten las probabilidades de que los bancos exijan un aval.
- Si el nombre del solicitante está inscrito en alguna lista de morosos (ASNEF o RAI) las posibilidades de que te concedan una hipoteca sin aval se reducen al mínimo.
Hipoteca sin aval: otros factores a tener en cuenta
Además de todo lo mencionado anteriormente, será necesario disponer de suficientes ahorros para hacer frente a los gastos de formalización del préstamo y otros gastos. En cuanto a si el solicitante es trabajador por cuenta propia o autónomo, es aconsejable que cuente con cierto grado de antigüedad en el puesto de trabajo.
Por otra parte, estar en un rango de edad de entre 35 y 45 años juega a favor del solicitante. Los bancos prefieren dar hipotecas a usuarios que se encuentren en estas edades porque ya se suele disponer de un trabajo fijo y es en donde menor riesgo de fallecimiento hay.
Por otro lado, si el cliente cumple con todos estos requisitos y, además, solicita una financiación del inmueble del 80 por ciento de su valor de tasación o menos, la mayoría de los bancos no exigirán al solicitante ningún tipo de aval.
Por último, es necesario destacar que, en ocasiones, contratar productos asociados adicionales (como, por ejemplo, una tarjeta de crédito o un seguro de vida) puede hacer que el banco no solicite un avalista.