La implantación de la tecnología, que llega a todos nuestros niveles de vida, también nos fuerza a decirle adiós a nuestra billetera —o tratar de hacerlo, que no queremos que vayáis sin documentos—. En una economía que tiene su base de crecimiento y sustento en la tecnología, casi de manera forzosa, se ha convertido en un obligatorio sustituto de lo tradicional. Las tarjetas de crédito o débito se crearon para evitar que tuviésemos que llevar cantidades de efectivo. Sin embargo, ya ni siquiera tendremos que llevar las tarjetas. Con Apple Pay, Google Play o Samsung Pay no tendrás excusas. Tendrás siempre tus tarjetas contigo. En tu móvil. Que siempre lo tienes en la mano, ¿a que sí?
Una de las primeras nociones básicas que debes tener para entender cómo funciona el sistema de pago móvil, está en conocer qué es el sistema NFC. Near Field Communication. Así se denomina esta tecnología, cuya traducción literal es Comunicación de campo cercano. Y con este nombre es bastante fácil adivinar que trata de usar elementos que están cercanos para que compartan información. En este caso, nuestra información (siempre aceptando previamente términos y condiciones) y conecta con la entidad bancaria para comprobaciones básicas. Se trata de un método de pago que sustituirá tu tarjeta física. Solo deberás registrar tus tarjetas previamente. Una forma de pagar en tiendas que no te quitará tiempo.
📌 Índice
¿Qué es Apple Pay, Google Pay o Samsung Pay?
Apple Pay
Apple Pay es una de las plataformas pioneras en el pago móvil. Su lanzamiento tuvo lugar en septiembre de 2014. Y, de hecho, su funcionamiento tuvo lugar casi de inmediato. Ahora mismo se puede usar en todos sus dispositivos, desde un iPhone, un iPad Pro, u iPad Mini o un Apple Watch Series 3 en adelante. La aplicación de Wallet y Apple Pay es la misma.
En el caso de un iPhone, combinando gestos con el botón lateral y Face Id para comprobar identidad. Es un método ampliamente seguro que cuenta con la misma seguridad que el dispositivo. Y su blindaje es ampliamente conocido por lo consolidado que está.
Con los nuevos modelos del iPhone, a partir del iPhone X, se implementó un método de seguridad adicional que crea un número aleatorio y encriptado como tarjeta personal. Esta es la información que se ofrece al banco para la gestión y conserva, por completo, la seguridad en el trámite de pago. Otro punto positivo de pagar con Apple Pay es que, por convenios de Apple, está integrado su sistema de pago con tiendas de apps y está disponible en muchas más plataformas. Ahora cuando vayamos a pagar en el supermercado, podemos dejar todo (bueno, menos las tarjetas de fidelización y DNI) en casa. Comprar con APay es un trámite muy sencillo y rápido.
Samsung Pay
Poco más de un año después de Apple, Samsung puso sus intereses también en permitir que sus usuarios paguen con el móvil. Y es así como se crea este sistema alternativo. Caso similar a la plataforma de pago móvil de Apple, el usuario solo deberá elegir cuál tarjeta quiere usar y comprobar su aceptación escaneando su huella dactilar. Y funciona en cualquier TPV (Terminal punto de venta), como si pagásemos con una tarjeta contactless.
Google Pay
Se trata de un sistema de pago móvil complementario para aquellos dispositivos en los que el sistema operativo es Android y tienen en el hardware del aparato tecnología NFC. Su utilidad, como hemos comentado en casos anteriores, tiene una implementación muy amplia. Está disponible para aquellos usuarios que tengan el sistema operativo Android KitKat 4.0 en adelante. Si bien su origen data de 2011, tardaría unos años más, hasta 2015, en ser compatible y funcionar con NFC.
Sin duda alguna la innovación nos facilita usar todo lo que está a nuestro alcance. Saber cómo aprovechar al máximo la tecnología es parte de la adaptación al reto del futuro. Y con Apple Pay, Google Play o Samsung Pay tienes el futuro en tus manos, lo que quieras en tus manos.