La situación con respecto a la presencia de las tecnologías en nuestro día a día ha cambiado mucho en la última década. Gracias a ellas podemos disfrutar de una gran cantidad de comodidades que hacen nuestra vida más fácil. Al acostumbrarnos a contar con estas facilidades nos resultaría muy difícil prescindir de estos servicios. ¿Nos va a llevar esto a una adicción al móvil?
Entre los mayores avances encontramos aquellos relativos a los teléfonos móviles. Gracias a ellos podemos estar en contacto constante y al momento con cualquiera, además de poder consultar cualquier duda en internet en el mismo instante en que ésta nos surja. Todo esto nos lleva a hacer un uso excesivo de nuestro móvil y, como consecuencia, nos puede provocar una cierta adicción.
Son muchos los estudios que se han hecho con respecto a este tema. De ellos se extraen datos tan significativos como que aproximadamente 3,7 millones de españoles se consideran incapaces de permanecer más de una hora sin su móvil, o que en España dedicamos una media de 3 horas y 51 minutos al día a nuestro dispositivo móvil, según informa Europa Press.
¿Qué es la ‘nomofobia’ o adicción al móvil?
El término nomofobia proviene de la expresión inglesa «no mobile phone phobia» y por tanto hace referencia al miedo que se siente a no tener acceso al teléfono móvil. Se plantea aquí una dependencia extrema que puede acarrear problemas o trastornos psicológicos.
Como ocurre con la mayoría de las adicciones y dependencias, resulta difícil para los afectados aceptar que son adictos al móvil. Algunos de los síntomas producidos por este problema son: sensación de ansiedad, dolores de cabeza y de estómago, taquicardias y pensamientos obsesivos.
Esta fobia a estar sin móvil encuentra uno de sus orígenes en los problemas de autoestima o de inseguridad. De hecho, cuando tenemos tal dependencia realmente tenemos una dependencia de los demás ya que el móvil es nuestro punto de conexión con el exterior, con el resto de personas.
¿Un problema pasajero o permanente?
Según una investigación de la Universidad de Hong Kong bajo el nombre «Cyberpshycology, Behavior and Social» el estrés, la insatisfacción personal y la contaminación son los principales motivos de esta adicción. Si estas son las causas del problema parece lógico que ponerles fin sería lo más rápido para acabar con la dependencia.
Sin embargo, debido al tipo de sociedad en la que vivimos, donde todo se hace deprisa, donde nos faltan horas al día para hacer todo lo que debemos hacer y donde nos encontramos sobre expuestos debido al creciente uso de las redes sociales parece imposible erradicar el estrés o alcanzar la deseada satisfacción personal.
Los medios con los que contamos en la actualidad nos permiten estar siempre conectados y, por tanto, conocer todo lo que ocurre a nuestro alrededor a tiempo real, así como mostrar lo que nos ocurre a nosotros. Esto nos lleva a depender de este conocimiento y a sentir miedo a perdernos algo.
Debido a la proliferación de redes sociales y la continua disposición de conexión, parece evidente que este problema, esta adicción al móvil, va a permanecer con nosotros durante mucho tiempo.