A muchos de nosotros nos sonará, a otros no tanto, pero lo que si es innegable es que el subviraje y sobreviraje son dos fenómenos a tener muy en cuenta cuando conducimos. Sería un gravísimo error confiarnos y pensar que nosotros, como conductores, nunca sufriremos una de estas situaciones. Es por ello que en este post te enseñaremos a cómo evitar (y controlar) una situación de sobreviraje.
Antes de nada explicaremos en qué consiste este fenómeno, en qué situaciones es más propenso que se de, y qué tipos existen.
📌 Índice
¿Qué es el sobreviraje?
El sobreviraje es un fenómeno en el cual se produce un deslizamiento del eje trasero de un automóvil cuando este está tomando una curva o cuando está en plena curva. Este hecho se produce cuando las ruedas traseras no realizan el mismo trazado que las ruedas delanteras, es decir, que las gomas situadas en la parte trasera se deslizan hacia el exterior de la curva. En definitiva, el sobreviraje se produce cuando la parte trasera del vehículo trata de ir por delante del tren delantero del automóvil.
Un exceso de sobreviraje puede hacer que el vehículo en cuestión derrape o haga un trompo, lo que supondría dar un giro de 180º, quedándose en dirección contraria. Es un acto muy peligroso, con graves consecuencias para nuestra integridad física y para la del resto de conductores de la carretera. Es por ello que debemos tener muy claro los motivos por los que se puede producir sobreviraje y cómo podemos/debemos evitarlos.
¿Por qué se produce el sobreviraje?
El sobreviraje puede deberse a varios factores, entre muchos otros: a la suspensión, la tracción, la aerodinámica, el control del volante, la adherencia, etcétera. El sobreviraje, científicamente, se da cuando el ángulo de deslizamiento lateral, es decir, las fuerzas laterales, de las ruedas traseras exceden al de las ruedas delanteras.
Algunas causas principales del sobreviraje son:
- Una alineación inadecuada de los neumáticos.
- Una presión de los neumáticos que no sea la recomendada por el fabricante.
- Un estado defectuoso de las gomas del vehículo.
- Conducir a una velocidad por encima de la indicada (velocidad excesiva).
- Algún elemento inesperado en la calzada o un firme irregular.
- Que nuestro vehículo tenga tracción trasera.
¿Cómo corregir el sobreviraje?
Este fenómeno lo podemos evitar intentando controlar todos los puntos recién mencionados, pero hay ocasiones en las que, por mucho control y cuidado que tengamos, nuestro coche derrapa y se produce una situación de sobreviraje inevitable. Este es un momento crucial ya que saber actuar puede salvarnos la vida. A continuación os enseñaremos cómo hay que actuar en caso de que nuestro eje delantero se invierta y nuestro coche gire sin control alguno, produciéndose una situación de sobreviraje.
Lo que nunca, jamás, debemos hacer es pisar el freno cuando este fenómeno se produzca. Si intentamos reducir la velocidad presionando el pedal de freno, lo único que conseguiremos es producir una transferencia de masas al eje posterior, lo que aumentaría en gran manera el sobreviraje.
Lo que se debe hacer es girar el volante hacia el lado contrario de la curva, es decir, hacia el lado que estamos notando que se nos está desplazando nuestra parte trasera. A la misma vez que hacemos esto, también deberemos reducir la velocidad progresivamente y, cuando sintamos que conseguimos enderezar nuevamente nuestro vehículo, el siguiente paso será volver a poner el volante recto, suavizando el giro que previamente hemos realizado.