La cocina de gas se ha puesto muy de moda en los últimos años, pero lo cierto es que estamos hablando de las cocinas de toda la vida. Seguramente asocies esta cocina con la casa de tu abuela, ya que siempre se han usado mientras no existía la cocina eléctrica. Para entonces ya se habían popularizado las cocinas de inducción (tipo de cocina que calienta los recipientes posados en ella haciendo uso de energía electromagnética) y de vitrocerámica.
Así que te traemos este artículo en el que te explicaremos al detalle en qué consiste una cocina de gas y cuáles son sus principales ventajas y desventajas respecto a otro tipo de cocinas. Si te interesa este tema porque tienes que tomar una decisión para instalar la cocina de gas en tu hogar, no dudes en seguir leyendo este artículo y resolver todas tus dudas.
📌 Índice
¿Qué es una cocina a gas?
Cuando hablamos de una cocina de gas nos estamos refiriendo a un tipo de cocina cuyo funcionamiento requiere de un sistema de gas natural. Normalmente tenemos que encenderlo de forma manual, ya sea con un mechero o con un paquete de cerillas, mucho más tradicional. Una de las razones fundamentales por las que tenemos que valorar bien qué tipo de consumo haremos es por la frecuencia en su uso. Es más normal que, dependiendo del tipo de cocción, sea mejor o peor cocinar en fuego o en eléctrica.
Por ejemplo, para hacer una receta que lleva tiempo de cocinado prolongado, como un cocido, se suele sugerir hacerlo en una cocina eléctrica. Esto se debe a que mantiene la temperatura estable y podemos ponerle un tempo concreto con el temporizador y se apagará cuando haya terminado. Sin embargo, a la hora de ponernos a hacer las frituras, una cocina a gas proporciona una mayor potencia para calentar el aceite y le da un resultado mucho más natural.
Características principales
Son varias las ventajas que ofrece una cocina de gas. Entre ellas, podemos mencionar, por ejemplo, que resultan bastante más eficientes que otras cocinas como las de vitrocerámica o las de inducción. Vamos a conocer por qué. En primer lugar, esto se debe a que producen una cantidad notablemente inferior de contaminación por CO2 (carbono dióxido). De hecho, las cocinas de gas producen una media de alrededor de 250 o 300 gramos de CO2 por cada kWh (kilovatio-hora) de potencia. Por otra parte, las cocinas eléctricas, las de vitrocerámica y otro tipo de cocinas producen más del doble.
Por otro lado, con las cocinas que funcionan con gas natural o gas butano se puede cocinar con cualquier tipo de recipiente. Pueden ser ollas o sartenes de barro, hierro, acero inoxidable, cerámica o cualquier otro material. Y, por supuesto, podrás utilizar también cualquier tipo de sartén (normal o especial), olla o taza. Quizá por eso sea el tipo de cocina más popular entre los profesionales del sector y por los aficionados a la cocina de todo el mundo.
Además, una cocina de gas permiten en todo momento controlar de forma directa la temperatura de los fogones haciendo uso de la llama. De manera que, a diferencia del resto de cocinas, nos es posible realizar cambios repentinos de temperatura en cualquier momento.
Y, siguiendo con las ventajas de utilizar la cocina preparada para gas butano, hay que decir que, al llevar a cabo un proceso de combustión el agua interna se evapora y crea una atmósfera húmeda que impide que los alimentos que están dentro del horno se estropeen con excesiva facilidad.
¿Requiere de una tarifa con mayor potencia?
Y, por último, otro de los grandes pros de las cocinas a gas es que, como hemos dicho antes, resultan mucho más eficientes y eficaces que el resto de cocinas. Por ello, la factura de la luz final de mes se ve reducida notablemente. Esto es algo muy importante que también dependerá de la tarifa de luz o gas que hayamos contratado. Te lo explicamos a continuación:
- Si tenemos la cocina por gas natural, consumiremos menos electricidad, por lo que habrá que buscar una tarifa de luz con menor potencia anual, siempre con el objetivo de pagar menos a final de mes. Y, de esta forma, habrá que buscar una tarifa de gas que abarque mayor potencia, y escoger entre una tarifa 3.1 o 3.2, puedes ver aquí sus diferencias.
- Otra opción es que la cocina de gas funcione a través de una bombona de butano que se compra independientemente del sistema de gas de nuestro hogar. Esta se coloca normalmente al lado o dentro de la cocina y se conecta a ella por unas válvulas de seguridad que habrá que tratar con cuidado y revisar periódicamente. De esta forma, la tarifa de gas será menor ya que es un sistema alternativo. Escoge la mejor opción para tu hogar, tanto por preferencias como económicamente.
Mantén limpia tu cocina para evitar problemas
Además, es importante mantener limpia en la superficie sobre la que se va a cocinar. Una encimera de gas puede ensuciarse con mayor facilidad. Es por esto que hay que ser más precavidos a la hora de cocinar, ya que el gas puede quedarse retenido con la suciedad. De esta forma no podremos cocinar de la misma forma, además de ser muy peligroso. Para limpiarla puedes utilizar algunos de los mismos productos que recomendamos para limpiar la vitrocerámica. Más adelante volveremos a hablar sobre esto.
Una vez hayas conocido el tipo de tarifa de gas que necesitas, y en qué se basa el funcionamiento de esta cocina, te explicamos algunas de las ventajas y desventajas principales a continuación.
Ventajas y desventajas que tiene una cocina de gas
Entre las principales desventajas de utilizar una cocina de gas en detrimento de otro tipo de cocinas podemos mencionar que requieren de un mantenimiento más exhaustivo y de revisiones generales más regulares, puesto que ha de cerciorarse bien que la ventilación es la adecuada, que la instalación del gas se mantiene como el primer día y que los distintos reguladores de la cocina (de combustión, de temperatura, etc.) se encuentran también perfecto estado y no tienen fallos que puedan resultar perjudiciales y/o peligrosos para los miembros de la casa. Es por eso, que se sugiere una revisión anual de las tuberías de gas, así como cesar su uso en cuanto percibamos algún tipo de mal funcionamiento.
Por otro lado, las cocinas de gas requieren de tener una bombona de gas llena hasta arriba en todo momento en algún punto de la casa cercano; a poder ser, dentro de la misma cocina, por lo que deberás reservar un espacio de tu casa para esta bombona, lo que puede suponer un inconveniente. Sin embargo, hoy en día las empresas de gas tienen herramientas de uso común como bombonas colectivas o de comunidad, por lo que no tendrías que tenerla in situ.
El color de estas cocinas es normalmente un color blanco o negro, y el horno eléctrico puede estar colocado debajo o que sea una cocina independiente. Deberás analizar las características del producto antes de decantarte por uno en concreto, y ver que su composición se adapta a tus necesidades.
Se ensucian más fácilmente
Y, por último, otra de las grandes desventajas de las cocina de gas es que hay que limpiarlas de manera más periódica y asegurarse en todo momento de que las parrillas de hierro y todos los huecos de la cocina se mantienen limpios y no hay ningún elemento que los obstruya. Y es que, al final y al cabo, estamos hablando de una cocina que funciona con gas, por lo que nunca está de más extremar las precauciones. En todo caso, esto no quiere decir que se trate de un tipo de cocina peligro per se, solo que hay que revisar de forma más regular.
Recomendaciones para elegir una cocina de gas
Una cocina a gas se trata de una inversión pensada a largo plazo. Es por esto que merece la pena analizar si nos conviene más o menos. Los expertos en su uso, los chefs, son tajantes. En una cocina profesional siempre se dará prioridad a cocinas de gas. El fuego da mucha más estabilidad en la cocción, así como un sabor mucho más real de los alimentos. Además, el suministro continuo de gas es garante de una mejor calidad en la cocción, dado que este proceso no se verá paralizado en ningún momento. Además, al no depender de la energía eléctrica, podemos estar tranquilos.
En otros tiempos, existían ciertos temores por el uso de cocinas a gas en casa. Sin embargo, este miedo ya no tiene mayor cabida, dado que en los conductos han sido adaptados a los nuevos tipos de suministros. Ante cualquier duda ponte en contacto con la atención al cliente de la tienda en la que hayas adquirido la cocina de gas o con la comercializadora con la que tengas la tarifa.