Todo lo que nos rodea requiere de energía. Todo, absolutamente todo. Si lees este artículo es porque estás conectado a alguna fuente de carga o lo estuviste hace algunos momentos. Definitivamente somos una sociedad que cada vez consume más electricidad y lo hacemos en distintas modalidades. Pero no dejamos de hacerlo; y, por el contrario, lo haremos más y más. Es por eso que merece la pena valorar todas las cuestiones que giran en torno al futuro de las energías. En muchos casos, hay planes de energía renovable que ya están en ejecución. Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer. ¿Dónde está el futuro de la energía en España? 🔋
El consumo de energía implica, evidentemente, su fabricación y producción. Y esto tiene modalidades distintas de origen. Puede ser energía hidráulica, energía obtenida a partir de combustibles fósiles o, las más modernas, energía eólica o energía geotérmica.
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Nuevas alternativaspara la electricidad
En muchas ocasiones, estas fuentes de energía producen también kilos y kilos de emisiones de CO2. Tal es el caso de la energía útil de las centrales o procesos de generación eléctrica en centrales nucleares. Sin lugar a dudas, un futuro sostenible en cuanto al aspecto económico y social, requiere de eficiencia energética. De hecho, la Unión Europea, en sus planes contra el cambio climático, ha exigido a los países que den riendas a planes que reduzcan las emisiones contaminantes, en aras de mejorar el sistema energético. Sin embargo, es un proceso realmente costoso. Algunas estimaciones de expertos cifran en un 20% la subida del precio de la electricidad si se cierran centrales nucleares, dado que el coste de generación incrementa en aproximadamente 3.000 millones de euros.
Las aspiraciones están que, para 2050, la vida útil de España y su consumo eléctrico, haga desaparecer las emisiones de CO2. Este es uno de los planes más ambiciosos. Se trata, no únicamente de reducir la contaminación, sino también ofrecer una alternativa sostenible para no “apagar” el país.
Sin lugar a dudas, el futuro de la energía limpia está basado en la energía solar. En España este tipo de producción se ha fomentado bastante a través de subvenciones públicas y en aprovechamiento consciente de amplios espacios en los que se han instalado plantas fotovoltaicas.
Los expertos son rotundos afirmando que, aumentando los precios de la luz y electricidad, habrá mucho temor por parte de las grandes empresas. Es por ello que, su solución propuesta, pasa por abaratar el recibo de la luz abriendo el mercado a otros proveedores y nuevos productos que simplifiquen la demanda de electricidad. Por ejemplo, con baterías de almacenamiento, distribuyendo la energía generada o gestionando la demanda energética. Esto supondría un mix de energía con mayor peso en las energías limpias y dejando de lado aquellos sistemas de obtención a partir de combustibles fósiles.
Energía eléctrica “artesanal” 🔌
Asimismo, el principal planteamiento que se hace, es el de aprovechar al máximo las bondades del clima español. Durante los veranos, la intensidad del sol llega a subir los termómetros a temperaturas insólitas de hasta 42ºC. Estas temporadas donde hay tanta irradiación de la estrella solar se podría aprovechar fomentando la implementación de placas fotovoltaicas en espacios mucho más urbanos y que, aquellas personas que estén en capacidad, puedan acceder a la energía producida de forma “artesanal” y acumulándola a lo largo de todo el año en esas baterías de energía de bajo impacto de CO2 que mencionábamos antes.
Energía eólica, parte del cambio
Otros planes que se promueven están basados, igualmente, en aprovechar elementos del entorno combinados con factores de la naturaleza geográfica española. Este ejemplo da cabida a la implementación, en zonas de alta intensidad de borrascas y vientos, de molinos de funcionamiento eólico que, a través de la rotación de sus aspas, acumula energía en una base. Esta es una forma de producción energía “artesanal” que está a manos de todo el mundo. De hecho, en páginas web de venta en línea ya se pueden comprar estos molinos. Cualquiera puede instalar una. Sin embargo, la principal crítica que se hace en estos momentos es su alto coste (Aproximadamente 1.000€) y la demanda que se hace a las grandes empresas energéticas es que pongan de su parte para que la huella que los ciudadanos dejamos sobre la tierra, sea mucho menor.