Una de las principales preocupaciones a la hora de comprar una vivienda, pasa, directamente, por la forma en la que financiaremos esta nueva inversión. Suele ser poco común pagar al contado lo que puede significar comprar una casa o un terreno. Por eso, las entidades financieras ponen a disposición de sus clientes, siempre bajo muchas condiciones, préstamos hipotecarios. Pedir una hipoteca puede ser un dolor de cabeza si no tenemos información. Pero aquí te damos detalles para que lo consigas satisfactoriamente.
📌 Índice
¿Cómo pedir una hipoteca?
Pedir una hipoteca suena mucho más complicado de lo que realmente es. Se trata, de hecho, de uno de los productos financieros más solicitados. Incluso si a la hora de hacer la compra y sus trámites dispones del dinero necesario, puede ser conveniente su financiación. Hay tantas ofertas y condiciones distintas, que resulta importante comparar entre todas las posibilidades que hay.
Uno de los primeros factores que hay que tomar en cuenta, es que la entidad financiera solo te otorgará el dinero correspondiente, como máximo, al 80% del valor de tasación de la vivienda. Es decir, se tratará de una hipoteca variable que definirá la cuota mensual que habrás de pagar hasta llegar a completarla, un proceso que puede tomar años o hasta décadas. Una cuota hipotecaria vendrá dada por características como el tiempo de aplazamiento de su pago, en años o décadas; el tipo de interés que se elija; los ingresos mensuales o el plazo de amortización.
Además, los bancos comprobarán tu perfil de riesgo mínimo, para evitar contratiempos y complicaciones ligadas con el impago. Así, y demostrándoles garantías suficientes de la salud financiera a largo plazo, las entidades otorgarán confianza y, por tanto, un porcentaje mayor o menos a la hora de contratar un préstamo de este tipo.
Entre los principales requisitos que habrás de cumplir si firmas una hipoteca, estará en tener entre 18 y 75 años. Por lo que estar fuera de este rango de edad hará mucho más complejo conseguir un préstamo, o, al menos, uno lo suficientemente sólido como para satisfacer la necesidad. Asimismo, las entidades tienen atractivas condiciones para aquellos mayores de 18 y menores de 35 años, pues son tramos de edad de crecimiento económico, normalmente.
Los bancos también valorarán la cuantía de tus ingresos. Se trata de uno de los factores fundamentales a tomar en cuenta para conceder una línea de crédito de este tipo. Influye directamente en la concesión o no. De igual manera, importará, y mucho, la vida laboral del solicitante. Pues, en la medida en que tenga más afianzamiento al puesto de trabajo, estabilidad y proyección, más sólida será su salud financiera y, por tanto, mayor confianza otorgará el banco a esta persona. Asimismo, los bancos pedirán permiso al solicitante de una hipoteca para acceder a más información vinculada con otro tipo de deudas o listas de morosidad, tarjetas de crédito o gastos externos.
También tendrán en cuenta, y con mucha preponderancia, la composición de la unidad familiar, pues representan respaldo y solidez del solicitante para poder cumplir con el compromiso de pago.
Dependiendo de cada entidad y tu antigüedad en el banco, los requisitos que se te pedirán pueden variar, aunque aquí puedes conocer algunos de los básicos y que siempre valorarán para la concesión de una hipoteca.
- Documento Nacional de Identidad y Número de Identificación Fiscal (DNI y NIE)
- Vida laboral detallada en salarios y duración en cargos
- 3 últimas nóminas.
- Últimas dos declaraciones de la renta
- Si trabajas por cuenta propia, también los pagos anuales y periódicos de IVA
- En el caso de haber más ingresos, justificar su procedencia
- Declarar otras deudas
¿Dónde solicitar el préstamo?
Prácticamente todos los bancos ofrecen líneas de hipotecas. Te recomendamos haber verificado que cumples con las características necesarias para ser elegible en la concesión del crédito. Lo que siempre se sugiere es acudir, directamente, a alguna entidad donde tengamos más vida financiera y también que nos represente confianza. Eso sí, todas las empresas bancarias están supervisadas por el Banco de España.
Siempre será importante comparar las ofertas de hipotecas que existen en el mercado. Así sabremos de antemano las condiciones y letras pequeñas, Esto es lo mejor que podemos hacer con anticipación para evitar malos entendidos y confusiones de última hora.
Si bien la entidad bancaria cubrirá hasta el 80% del coste de la inversión, también hay que tener en cuenta que el propio trámite de la hipoteca implica gastos externos como los costes de tasación, la gestoría, notarías, seguro de hogar, entre otros. Por eso es, cuanto menos imprescindible, tener ahorros que cubran estos gastos y el restante del coste de la inversión que no quedaría cubierto por el banco.
Tipos de hipoteca de acuerdo a su interés
Las hipotecas suelen tener una tasa de interés menor a la de otros tipos de financiación que pueda ofrecer una entidad bancaria. Este es uno de los factores más importantes a tomar en cuenta si queremos hacer un gasto consciente y lógico con nuestras posibilidades.
- Hipoteca variable: este tipo de tasa de interés se adaptará a la situación del Euríbor en cada momento. La vida del préstamo y las cuotas que habrás de pagar vienen dadas por el alza o la baja de este índice del interés del mercado interbancario del euro.
- Hipoteca fija: estos últimos años, el Euríbor se ha mantenido en mínimos. Por lo que este tipo de hipoteca es conveniente. El tipo de interés no variará durante el período de amortización.
- Hipoteca mixta: se caracteriza por alternar el tipo de interés. Serían doce meses en cuota fija y posteriormente, variables. Siempre dependerá del indicador europeo y las letras pequeñas que hayas firmado.