Obtener una hipoteca cobrando menos de 1.000 euros

OBTENER HIPOTECA CON SUELDO BAJO

Obtener una hipoteca cobrando menos de 1.000 euros ya no es tan difícil. Aquí te explicamos cuáles son los requisitos necesarios para hacerlo posible.

Obtener una hipoteca con menos de 1.000 euros era algo, en el pasado, prácticamente imposible. Pero a día de hoy, aunque siga siendo un poco complicado, ya puede ser una realidad. Esto se debe a que, tras la crisis económica sufrida por España, el mercado inmobiliario se ha ido levantando poco a poco y, por tanto, la inversión ha vuelto a ser una necesidad para bancos e inmobiliarias.

Como consecuencia, aquellos cobren menos de 1.000 tienen la posibilidad, aunque con ciertas complicaciones, de obtener una hipoteca, siempre y cuando cumplan una serie de requisitos. Estos requisitos serán imprescindibles para que el banco te considere apto para optar por la hipoteca. A continuación te hablamos de estos requisitos y de qué necesitas.

📌 Índice

Ingresos de los contratantes de la hipoteca

La hipoteca, una vez otorgada, será pagada por completo con los ingresos del cliente que la contrate. Por tanto, para obtenerla será indispensable que cuentes con un trabajo. El motivo de ello es que, cuando llegues al banco, es muy probable que te pidan la certificación de empleo y, además, de ingresos. De esta manera se demuestra al banco que eres capaz de pagar la hipoteca.

Cuando muestres el certificado de empleo, es importante que dejes constancia también de qué tipo de contrato tienes, es decir, que quede claro si se trata de un contrato fijo temporal o de un contrato fijo indefinido. Este detalle le interesa mucho al banco puesto que si se trata de un contrato fijo e indefinido la confianza que depositará en ti será aún mayor. Y, por tanto, las posibilidades obtener la hipoteca serán más altas.

Contar siempre con ahorros

Tener ciertos ahorros es esencial a la hora de pedir una hipoteca. ¿Por qué? Porque ningún banco da una hipoteca del 100% puesto que no es rentable para ellos ni muy seguro. Normalmente, la entidad otorga al rededor de un 80% del total que necesites, por lo que deberás tener ahorrado cerca del 20%.

Si no cuentas con estos ahorros será mucho más complicado obtener la hipoteca. Contar con este 20% sí demuestra al banco que tienes cierta solvencia y esto le da seguridad, ya que significa que tienes más facilidad para hacer los pagos.

Tu banco necesitará está seguridad puesto que, no solo tendrás que pagar la casa para que pides una hipoteca sino que, además, tendrás que pagar impuestos y reparaciones. Por tanto, necesita tener suficiente confianza en ti como para saber que estás preparado para afrontar estos pagos.

Ser solvente en tus cuentas si quieres obtener una hipoteca

Como es de esperar, el banco necesita cierta seguridad a la hora de darte una hipoteca. No tener deudas, no deber grandes cantidades de dinero es uno de los requisitos principales, puesto que le hará ver a la entidad bancaria que eres capaz de hacer tus pagos. Si tienes deudas, es probable que el dinero que tengas ahorrado no sea suficiente.

Con lo que a este punto respecta, no tendrás que llevar nada al banco, puesto que ellos podrán acceder a toda esta información. Pueden contar con tu historial de cuentas y pagos y al historial de ingresos durante tu vida mercantil. Gracias a la recolección de todos estos datos, la entidad podrá hacer aproximaciones y, por tanto, decidir si otorgarte la hipoteca o no.

También podrá extraer de toda esta información la cantidad por la que darte la hipoteca. La cantidad a pagar por un cliente en cada uno de los pagos no debe exceder el 30% de sus ingresos. Es otra de las razones por las que el banco debe contar con los datos del usuario.

Escoger el tipo de hipoteca correcto

Según el tipo de cliente que seas y las necesidades que tengas podrás decidir entre pedir una hipoteca fija o una hipoteca variable. En el caso de que cobres menos de 1.000 euros lo mejor será que optes la hipoteca fija.

El principal motivo de ello es la seguridad, puesto que nunca se sabe cómo puede cambiar el mercado inmobiliario. Si escoges una hipoteca variable, cada 6 o 12 meses el precio de tu hipoteca cambiará, subirá o bajará según el cálculo determinado por el Euribor.

Aunque cabe la posibilidad de que optar por una hipoteca variable sea un éxito, esto dependerá de la suerte. Teniendo en cuenta que los ingresos son limitados, quizá lo mejor será no dejar este asunto al azar. Con la hipoteca fija, por el contrario siempre sabrás la cantidad de dinero que tienes que pagar en cada plazo y, además, esta cantidad estará determinada por tu sueldo. Esto significa que en todo momento serás capaz de pagarlo si actúas con responsabilidad.

Por otro lado, debemos señalar que probablemente el banco no te de a elegir la opción de la hipoteca variable sino que te recomendará directamente la hipoteca fija.

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