La sostenibilidad del planeta constituye una preocupación presente en nuestro día a día y en mano de todos está cuidarlo. Así, todos sabemos que generar energía a partir de fuentes convencionales o no renovables tiene un gran impacto para el medio ambiente. Por ello, las energías renovables constituyen una alternativa sostenible que pone el foco de atención en velar por el cuidado del planeta; una apuesta por la conservación del medio ambiente. Entre las energías no convencionales o renovables encontramos la eólica, hidráulica, solar y mareomotriz, entre otras.
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¿Qué es y cómo funciona la energía eólica?
Como hemos dicho, la energía eólica se encuentra dentro de las energías limpias. Gracias a este tipo de energía aprovecha la fuerza del viento para producir más energía y electricidad. Se trata de uno de los recursos que llevamos explotando durante más tiempo y que, a día de hoy, constituye la fuente de energía más eficiente de todas las energías renovables; hablamos de la generación eléctrica a partir de la fuerza del viento.
Sin embargo, a pesar de ser una energía generalmente muy conocida, todo lo contrario ocurre con su funcionamiento. Y es que, ¿cuántos sabemos cómo se consigue transformar el viento en energía? Muy sencillo: la fuerza del viento provoca el movimiento de la hélice de un aerogenerador. Un aerogenerador es un generador eléctrico movido por una turbina que acciona el viento; es el predecesor de los molinos de viento. Las palas del aerogenerador giran entre 13 y 20 revoluciones por minuto, a velocidad constante o variable; la velocidad del rotor varía en función de la velocidad del viento. Este aerogenerador, con una vida media superior a 25 años, es el encargado de convertir esta fuerza en energía eléctrica. La rápida evolución, concienciación y apuesta por la tecnología del viento ha propiciado el desarrollo y, por tanto, el aumento de la durabilidad de los generadores.
Los parques eólicos conducen toda la electricidad producida mediante una línea eléctrica hasta una subestación de distribución. En este punto, se procede al suministro de la energía producida, que llega hasta el usuario final.
Principales ventajas de la energía eólica
Como sabemos, la utilización de energías renovables contribuye al desarrollo sostenible. Así, la utilización de energía eólica no iba a aportar menos. No contamina; es la energía más limpia después de la energía sola, ya que no lleva implícito un proceso de combustión. Tiene un bajo coste; los costes de las turbinas eléctricas y su mantenimiento son relativamente bajos. Es compatible con otras actividades; un parque eólico es capaz de convivir sin ningún tipo de problemas con actividades agrícolas y ganaderas, no genera impacto en la economía local y genera una nueva fuente de riqueza. Tiene un uso ilimitado y reduce el uso de combustibles fósiles reduciendo también, en cierta medida, las emisiones de efecto invernadero causantes del calentamiento global.
Además de estas ventajas, es necesario destacar que ni su uso ni la energía producida emite sustancias tóxicas ni contaminantes que resulten perjudiciales para el medio ambiente o para el ser humano, así como tampoco genera residuos ni la contaminación del agua. Así, a diferencia de los combustibles fósiles, la energía eólica no genera una huella de consumo tan agresiva como, por ejemplo, las centrales nucleares.
Por si fuera poco y como ya se ha mencionado, en la energía eólica encontramos una oportunidad de crecimiento sostenible capaz de practicarse en todo el planeta y permitiendo, así, reducir importaciones energéticas, crear riqueza y empleo comprometido.
¿Qué energías renovables utilizamos en España?
España se posiciona como un país muy rico en recursos naturales, una ventaja que toma partido en la producción de energías renovables: es uno de los países con más horas de luz y que se aprovechan para la , en ciertos territorios como Castilla la Mancha la fuerza del aire es muy aprovechada para generar energía con parques eólicos, así como sucede en otros territorios con la fuerza del agua en ríos y mareas. Gracias a estos recursos, el territorio español apuesta principalmente por energías solares, eólicas e hidráulicas. Un gran dato para el planeta, porque tú ¿qué tipo de energía quieres?