El invierno suele ser una de las épocas del año en la que gastamos más dinero en electricidad. Y cuán cierto es que, a veces, terminamos derrochando sin darnos cuenta. Usa estas herramientas para ahorrar calefacción. Una de las grandes razones es querernos mantener calentitos todo el tiempo posible. Puede ocurrir también en verano con el aire acondicionado y las subidas fuertes de temperatura. Sin embargo, ahí está el error fundamental. No por tener encendida la calefacción todo el día vamos a tener más calor. Aquí puedes encontrar más tarifas de luz.
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Hay muchas estrategias para mantener el calor
Hay estrategias que nos permiten mantener la misma temperatura todo el día, sintiéndonos cómodos y sin congelarnos. Todo es estar un poco más informados y preparados para asumir el temporal de frío. Uno de los mejores trucos para ahorrar calefacción está en controlar la temperatura ideal.
Hacer posible un ahorro en la factura por el gasto en calefacción es notoriamente importante. Podemos pasar de pagar cifras exorbitantes a una forma de gastar menos siguiendo estos consejos para ahorrar en calefacción.
El primero de los consejos y fundamental: mantén una temperatura constante en tu espacio de comodidad. Esto supone un gran ahorro. Si pensamos desde el punto de vista técnico, la subida o bajada de temperatura de un termostato supone un gasto automático. Mientras que si tenemos el sistema de calefacción en una misma temperatura, podremos aprovechar el calor acumulado durante el día. Así, incluso, podrás pasearte por casa en manga corta.
Revisar antes de cambiar de tarifa
También se suele sugerir que sometamos nuestros calefactores y radiadores a revisiones periódicas, dado que por desperfectos naturales, el tiempo causa mella y es cuando ocurren pérdidas de calor. También es recomendable revisar la configuración de los mismos y cambiar la configuración de encendido durante determinados momentos del día. Normalmente, los momentos más fríos del día son aquellos en los que la oscuridad cubre todo. Si, por ejemplo, vives en un edificio con caldera de gas natural, o calderas de agua, será por la noche cuando sean encendidas las mismas. También, dependiendo del frío del temporal, pueden ser encendidas a lo largo del día.
Establecer horarios, una gran idea
Pero, recordamos, una de las formas de ahorrar más eficientes es no encendiéndola todo el día, sino en los momentos puntuales.
Por ejemplo, para dormir calentitos, merece la pena comprar un buen edredón nórdico en lugar de gastar dinero en calefacción. En el momento de dormir, ya bajo nuestra gruesa manta, no será necesario tener encendido el radiador o calefactor. Y esto, sin duda, supondrá un gran ahorro. De acuerdo a estimaciones de compañías termoeléctricas, la mitad de la energía que se utiliza en España va destinada a calentarnos.
Otros trucos
Ubicar el radiador en un punto céntrico del lugar en el que estamos suele ser recomendable. Recordemos que el frío tiende a mitigar el efecto de la calefacción, con lo que si la tenemos lejos, evidentemente pasaremos más frío. Igual ocurre si usamos la calefacción como un aparador y le ponemos cosas encima. La salida del calor será mucho menos potente y así sí que nos congelaremos.
Muchas de estas recomendaciones aplican si estamos mucho tiempo en casa. Podríamos decir que son mucho más adaptadas a aquellos días de fin de semana. Sin embargo, si pensamos en los días de la semana cuando estamos fuera, también es sugerible usar la calefacción con programas de encendido. De esta manera nos aseguraremos que tendremos una temperatura cómoda en la que estar sin que esto suponga mantenerla encendida todo el día.
Nuevamente es recomendable insistir en revisar el aislamiento y la caldera. El IDAE, Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, entre el 25 y 30% del gasto en calefacción no repercute en calor, pues se pierde con el mal aislamiento del aparato y el lugar en el que se pretende usar su efecto.