Diferencias entre hipoteca fija y variable

HIPOTECA FIJA Y VARIABLE DIFERENCIAS

Las claves para averiguar qué tipo de hipoteca se adapta mejor a nosotros y a nuestras necesidades. Hipoteca fija o variable, ¿cuál es mejor?.

¿Es mejor una hipoteca fija o variable? Esta es la pregunta más común que surge a la hora de buscar cómo financiar la compra de una vivienda. Y es que al llegar a este punto, el proceso de búsqueda se complica. Sin embargo hay datos que nos darán las claves para averiguar qué tipo de producto se adapta mejor a nosotros y a nuestras necesidades. 

Antes de nada, es necesario saber que cualquier hipoteca que contratemos cuenta con dos elementos principales: por un lado tenemos la garantía hipotecaria, es decir, que en caso de impago por parte del cliente, el banco podrá apropiarse de la vivienda. Y, por otro lado, el contrato de préstamo, donde se reflejan las obligaciones competentes al deudor así como las condiciones del préstamo, el plazo de devolución, la cantidad mensual de las cuotas y cómo será su amortización. 

En definitiva, cuando contratamos una hipoteca, adquirimos un compromiso financiero que se asume durante un largo periodo temporal y, generalmente, con un importe muy elevado. Por esto es necesario estar muy seguros a la hora de su contratación. A continuación exponemos las mejores alternativas y las herramientas para comparar la hipoteca fija y variable.

📌 Índice

Qué es una hipoteca de tipo fijo: claves

Las hipotecas fijas son aquellas en las que la cuota mensual que el deudor debe pagar no varía, siempre va a ser la misma porque no se utiliza el Euribor para calcular el tipo de interés que se le aplica. De esta manera, como el tipo de interés no cambia, tampoco lo hará la cuota mensual. 

Es decir, están sometidas desde el principio a un tipo de interés fijo que se acuerda entre el cliente y el banco a la hora de su contratación. Esto se mantendrá constante siempre que no se incumplan las condiciones pactadas como, por ejemplo, planes, seguros o la vinculación de nómina. 

Se trata de una hipoteca pensada para personas que no son partidarias del riesgo y que están dispuestas a asumir cuotas más altas con tal de que esto no cambie. En cuanto al plazo máximo de la hipoteca, podrá ser de 15 años, 20 años o los acordados con el banco, da igual. Aquí solo es necesario saber que cuanto más larga sea la vida del préstamo menor será el importe mensual a abonar por el cliente.

La clave está en encontrar un equilibrio entre un plazo no demasiado largo y que permita unas cuotas mensuales a las que poder hacer frente sin problemas. Sin embargo, este tipo de hipotecas tienen una serie de ventajas y desventajas que explicaremos a continuación.

Ventajas y desventajas de las hipotecas fijas

Las hipotecas fijas tienen tres ventajas principales:

  • Cuentan con la seguridad de tener cuotas estables, así siempre se sabrá lo que se va a pagar cada mes incluso antes de firmar el contrato con el banco, sin sorpresas. Esto permitirá llevar una mejor gestión y control de los gastos. 
  • Son más seguras porque no dependen del Euríbor, por tanto, si este sube las cuotas se mantendrán sin cambios.  
  • Las condiciones de las hipotecas fijas son cada vez más asequibles. Actualmente se pueden encontrar incluso por debajo del 1,5% en plazos cortos. 

Sin embargo, a pesar de que cada vez son más ventajosas, este tipo de hipoteca sigue contando con algunos inconvenientes que debemos tener presentes:

  • Las hipotecas fijas suelen tener intereses más altos y plazos más cortos. Por tanto, la cuota mensual posiblemente será más elevada que una hipoteca variable. 
  • En caso de amortización anticipada se incluye una comisión que puede costar hasta un 2 por ciento de la cantidad devuelta. 
  • Por último, la comisión de apertura es mayor que en las hipotecas variables.

Claves de una hipoteca de tipo variable

En contrapunto a las hipotecas fijas, encontramos las hipotecas variables. Para explicar el funcionamiento de este tipo de hipoteca es necesario mencionar dos elementos: por un lado cuentan con un porcentaje fijo que se ha pactado previamente entre el cliente y el banco, este no cambiará durante todo el préstamo hipotecario. Y por otro lado existe un interés variable en función del Euribor que determinará la cuota exacta a pagar cada mes.

Pueden ser, por ejemplo, de 25 años o 30 años. Su duración será algo que se pacte con la entidad bancaria a la hora de su contratación. Eso sí, para obtener las mejores condiciones es necesario tener en cuenta una serie de factores. Por ejemplo, este tipo de hipotecas generalmente son más económicas a corto plazo. Aunque tienen otra serie de inconvenientes. A continuación, sus ventajas y desventajas.

Ventajas y desventajas de las hipotecas variables

Las ventajas que hacen tan atractivas las hipotecas de tipo variable son las siguientes:

  • Son más económicas a corto plazo. Cuentan con unos intereses más bajos porque el Euríbor está en negativo. 
  • Cuenta con plazos de amortización más largos. Generalmente los plazos suelen ser 20 o 30 años, mientras que aquí pueden ser de hasta 40 años. De esta forma, mensualmente las cuotas serán más bajas pero se generarán mayores intereses. 
  • Suelen tener menos comisiones. Muchos bancos ofrecen este tipo de hipotecas desprovistas de comisiones operando puramente de forma online. Sin embargo, en caso de tenerlas, suelen ser más baratas. 

Frente a esto, es necesario remarcar que también cuenta con varios aspectos negativos: 

  • Inestabilidad de las cuotas. Esto se debe a que el índice de referencia suele depender del Euríbor. Por tanto, variará cada seis o doce meses generalmente. 
  • A largo plazo pueden ser más caras en caso de que el Euríbor aumentase mucho y terminásemos pagando más que con los intereses de una hipoteca de tipo fijo. 
  • Las cuotas mensuales del primer año son más altas porque suelen tener un tipo de interés constante más alto este tipo. Más tarde pasa a ligarse al Euríbor.

Hipoteca fija y variable, ¿cuál es mejor?

Elegir un tipo de hipoteca no es una decisión fácil, sin embargo, una vez que conocemos las claves de cada una de ellas se vuelve algo más sencilla. En cualquier caso se debe tener en cuenta que es una decisión muy personal adaptada a la situación de cada cliente

La opción ideal es buscar una cuota mensual a la que podamos hacer frente sin problemas en función de nuestros ingresos y que podamos asumir si se produce una subida del Euríbor en caso de decantarse por la de tipo variable. Como decíamos, hay que tener en cuenta muchas variables y por eso recomendamos acudir al comparador de Precio.com y escoger la que mejor se adapte a tus necesidades: hipoteca fija o variable.

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