¿Qué son las tarjetas de crédito y cómo escoger la mejor?

Las tarjetas bancarias se han convertido en un medio de pago estándar. Están emitidas por entidades financieras y pueden estar asociadas a una cuenta bancaria o no. Con ellas podemos realizar compras en establecimientos físicos y online, realizar retiradas de efectivo en cajeros automáticos, comprar bienes y servicios, etc. 

Hay diferentes tipos de tarjetas: de crédito, de débito y de prepago o monedero. Cada una de ellas cuenta con unas características y beneficios particulares que las harán más o menos adecuadas para cada usuario. Vemos todo esto a continuación.

¿Qué debo saber antes de contratar una tarjeta?

Que si crédito o débito, VISA o Mastercard, seguros, comisiones, revolving… Hay muchos conceptos que es indispensable conocer para elegir la tarjeta correcta. Los vemos uno por uno a continuación.

¿Es mejor una tarjeta de débito o de crédito?

Estos son los dos principales tipos de tarjetas bancarias. Que uno de ellos sea más o menos adecuado para nosotros depende de nuestro perfil y necesidades financieras. Vemos qué son las tarjetas de crédito, de débito y sus peculiaridades. También, de las tarjetas prepago o monedero.

¿Cómo funcionan las tarjetas de débito?

Las tarjetas de débito están siempre asociadas a una cuenta corriente. En esta cuenta se cargan inmediatamente los pagos realizados en una compra física u online.

En el caso de realizar una compra con una tarjeta cuya cuenta no tenga saldo suficiente pueden suceder dos cosas: que no se pueda realizar la operación o que la entidad emisora de la tarjeta ceda la cantidad de dinero necesaria para costearla, dejando la cuenta al descubierto y cobrando un interés cuando se vuelva a ingresar dinero en la cuenta.

¿Cómo funcionan las tarjetas de crédito?

Cuando realizamos una compra con una tarjeta de crédito, es el banco quien aporta el dinero en ese momento. Posteriormente, el titular de la tarjeta devolverá el importe de la operación. Es decir, la tarjeta lleva asociada una línea de crédito a la que podemos acceder en cualquier momento y que podrá ser mayor o menor en función de nuestra solvencia. 

Lo habitual es que la devolución del importe total de todas las compras realizadas se lleve a cabo a final de mes. Sin tener que pagar intereses por el capital prestado. La devolución de dicho importe también se puede realizar en cuotas mensuales o pagos aplazados de hasta doce meses. Sin embargo, en estos casos sí tendremos que pagar intereses, que podrán variar en función de la entidad emisora de la tarjeta y que pueden alcanzar hasta el 27% TAE. 

¿Qué pasa si me retraso al devolver el dinero de mi tarjeta de crédito?

Si no cumplimos los plazos de devolución pactados con la entidad y nos retrasamos al devolver el importe correspondiente de nuestras compras, la entidad impondrá intereses que podrán alcanzar hasta el 30% TAE. 

¿Hay diferentes tipos de tarjetas de crédito?

Podemos distinguir tipos especiales de tarjetas de crédito como las tarjetas balance transfer o las tarjetas revolving.

• Las tarjetas balance transfer (o tarjetas con transferencia de saldos) permiten utilizar y terminar con el saldo disponible en otra tarjeta de crédito de la que dispongamos y que tenga unos intereses y condiciones más desfavorables. 
• Las tarjetas revolving aplazan automáticamente el pago de las compras o disposiciones de efectivo que se realicen con ella. Establece cuotas fijas, aunque tienen un interés generalmente más elevado.

¿Qué son las tarjetas de prepago o monedero?

Las tarjetas prepago son una de las modalidades de pago favoritas de jóvenes y compradores online. No tienen ninguna cuenta asociada, por lo que hay que ingresar dinero antes de realizar una compra. Es la tarjeta la que contiene el dinero, como una especie de monedero pero con la seguridad de estar custodiado con un código PIN.

Se pueden usar como método de seguridad de pagos online en caso de que no nos fiemos del sitio web ya que únicamente tendríamos que meter en la tarjeta la cantidad que necesitamos y el resto de nuestras finanzas no correrían ningún tipo de riesgo. Por esta razón muchas de estas tarjetas son virtuales y no físicas, es simplemente un número de tarjeta, PIN y fecha de caducidad sin un titular determinado.

¿Qué comisiones y cobros extra tienen las tarjetas?

Otra de las grandes preocupaciones a la hora de escoger una tarjeta es saber si al final de mes van a llegar decenas de pequeños cobros y comisiones que acaban con las supuestas ventajas del producto que nos han vendido. Por ello es vital leerse la letra pequeña del contrato de emisión de nuestra tarjeta.

• Uno de los gastos más comunes es el de retirada de dinero en cajeros automáticos, tanto con tarjetas de crédito como débito. Y es que, si el cajero no es de nuestro banco o pertenece a otra red de cajeros puede que nos cobren una comisión por retirar o incluso consultar nuestro saldo. De todas formas, los cajeros han de informar por ley cuál es la comisión antes de realizar cualquiera de estas operaciones, para que no nos llevemos ningún susto.
• Los cargos de comisión por emisión o renovación de la tarjeta también son comunes. El primero de estos se da cuando se obtiene la tarjeta por primera vez, pero se le puede exigir al banco que la emite que lo asuma si la cuenta que tienes asociada es de la misma entidad.
• En el caso de renovación no existen trucos, una vez al año se te cobrará por tener la tarjeta activa, aunque se pueden dar casos, como en menores de 26 años, en que es gratuito.

¿Tengo que pagar por usar mi tarjeta en el extranjero?

En caso de querer retirar efectivo en cajeros dentro de la Zona Euro tendrás que abonar una mayor cantidad si quieres retirar efectivo con tarjetas de crédito que con tarjetas de débito. Sin embargo, si sales de la Eurozona la cosa se complica: las comisiones serán más altas y tendrás que tener en cuenta la cuota de cambio de divisa que se te realizará por realizar compras en cualquier tienda o por retirar efectivo en cajeros automáticos. En cualquier caso, cada entidad dispone de diferentes ofertas, por lo que es mejor ponernos en contacto con el banco para asegurarnos qué comisiones cobra y cuáles no antes de realizar un viaje.

¿Qué debo tener en cuenta a la hora de elegir una tarjeta?

Ya hemos visto todas las opciones disponibles y ahora toca elegir entre todas las ofertas del mercado. Para ello te recomendamos acudir a nuestro comparador en el que podrás filtrar por entidad, tipo de tarjeta, comisiones, etc. para escoger la que más se adapte a tus necesidades. Piensa para qué la vas a usar y elige en consecuencia, ya que cada una tiene sus ventajas e inconvenientes: 

• Una tarjeta de prepago te puede venir bien para comprar online pero se queda corta si tienes un imprevisto, por ejemplo. 
• La mayoría de las tarjetas de crédito tienen seguros, tanto de vida, salud, viajes, robos, etc. son poco utilizados por los clientes, pero existen y son un beneficio a tener en cuenta.
• Ojo con las comisiones, pueden aparecer cuando menos te lo esperes, es mejor evitarse todas las comisiones posibles eligiendo una tarjeta de la entidad en la que tienes tu cuenta bancaria principal.

Sobre si es VISA, Mastercard u otra no te preocupes; cada entidad bancaria usa una diferente pero no tienen diferencias relevantes para el cliente.

¿Cómo contrato una tarjeta?

Una vez hayas escogido la tarjeta que mejor se adapta a lo que buscas comienza el proceso de contratación. Con hacer clic en la oferta que quieras te redirigiremos a la página de la entidad donde podrás comprobar estos datos y empezar el proceso. 

En el caso de las tarjetas de crédito, tendrás que pasar un examen de riesgo que impone la entidad emisora para decidir si darte la tarjeta y cuánto dinero está dispuesta a adelantarte y así categorizar la tarjeta en normal, plata u oro.

Además tienes que comprometerte por contrato a devolver el dinero y realizar el pago de intereses en un plazo pactado con la entidad o a final de mes. Una vez realizado esto, solo tendrás que recogerla en tu sucursal más cercana o esperar a recibirla por correo.